martes, 17 de mayo de 2016

Terrores atendibles


Cada vez resulta más descontinuada la costumbre de mantener un blog. Habría que considerar como parte de su definición "que comúnmente se abandona". Un blog, tu blog, no deja de causarte cierta ternura y hasta asombro cuando vuelves a él y relees las barbaridades que te atreviste a publicar y de pronto se te despierta una gana inmensa de reformarlo, retomarlo, modificarlo y hasta cancelarlo para abrir uno nuevo, pero pronto abandonas este impulso pues sabes que acaso el nuevo blog tendrá otro título y un nuevo aire -que, indefectiblemente, será efímero-, pero que tú, el autor, seguirás siendo el mismo, y que lo abandonarás nuevamente más temprano que tarde.
Con todo, te animas a revivir el que ya existe y abandonaste hace varios años y que, con la esperanza de que ya llevas más años a cuestas, en el mejor de los casos tienes mejores cosas que contar.

Así pues, tras haber descartado"postear" algo ya publicado en suplementos o revistas, decides elegir un asunto de entre las cosas más recientes que han despertado tu curiosidad, y te sorprende que una muy destacada ha sido una película que de tan pésima resulta buenísima y es una película de las llamadas "de culto" que viste a en Netflix, venturosamente restaurada y digitalizada y en su idioma original: El barón del terror (Chano Urueta, 1962), Brainiac en inglés, de esos productos secretos para los legos pero que resultan muy venerados por los conocedores.
Al ver las evidentes pifias de este filme, el artificio más risible que terrorífico del monstruo de hule, la ingenuidad de sus acusadas pretensiones, los logros involuntarios y, sobre todo, la gratuidad de la sucesión narrativa sazonada con algunas joyas de diálogos casi beckettianos, y cuyos caprichos argumentales se antojan de una elipsis ultra contemporánea, te recuerdan la lógica interna de los relatos de Pedro F. Miret, como una clave de lectura que arroja bastante luz a la de por sí enigmática y desopilante narrativa de este escritor -cuya obra completa te hallas releyendo en la actualidad, tras haber descubierto una reimpresión muy atildada del hasta hace poco extinto volumen La zapatería del terror, con prólogo de Gerardo Deniz (Conaculta, colección Singulares, México, 2010).
¿Estoy comparando El barón del terror -la película de culto que podría ser "la peor película jamás filmada"- con La zapatería del terror -una de las obras fundamentales del escritor secreto más famoso del mundillo literario mexicano, también "de culto"-?
Sí.

https://www.youtube.com/watch?v=KGxPW3fjaS8

...esta historia cointinuará.

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